Como muchos de ustedes nos han preguntado cómo fue, qué pasó y querían saber más detalles sobre la historia del helicóptero del Reino Unido, pongo aquí toda la historia descrita en extenso y un vídeo detallado, por el que damos las gracias a Emily, que captó todos los detalles.
Esta increíble experiencia ocurrió en nuestro curso Manos a la marea en el Reino Unido, en la zona conocida como The Solent. Durante nuestro ejercicio habitual de navegación nocturna, mientras intentábamos encontrar un cardenal S frente al río Beaulieu, tuvimos una sorpresa inesperada: un helicóptero se acercó a nuestro barco. Yo sólo sabía de oídas que en el Solent, a veces los guardacostas se acercan aleatoriamente a un barco y le preguntan si quiere participar en un ejercicio.
Bueno, dejadme que os lo cuente todo desde el principio. Observamos el helicóptero desde lejos mientras sobrevolaba la zona a una milla de nosotros, y vimos cómo se acercaba hasta posarse justo al lado de nuestra embarcación a una distancia de un cable aproximadamente. Al principio, nos sorprendió un poco, pero nos dimos cuenta de que era un simulacro o una comprobación rutinaria. El ruido era bastante fuerte, así que bajamos a comprobar la estación de VHF. Como era de esperar, se pusieron en contacto con nosotros en el canal 16: "velero cerca de foco aquí helicóptero de la guardia costera. Cambio" Respondimos con el nombre de nuestro barco y en ese momento nos preguntaron si queríamos participar en un ejercicio de rescate con ellos. Sin dudarlo un instante, respondimos que estábamos encantados de hacerlo.
Comunicarnos con el equipo del helicóptero fue todo un reto, dado el ruido del helicóptero, la calidad del sonido VHF y el fuerte acento británico, pero con paciencia y profesionalidad, nos explicaron cada instrucción paso a paso hasta que entendimos perfectamente lo que íbamos a hacer. Confirmamos cada paso del ejercicio paso a paso y cuando no entendíamos algo, les pedíamos que nos lo repitieran hasta que todo quedaba muy claro.
Para empezar, nos dieron instrucciones de mantener un rumbo de 320 grados e ir a la velocidad máxima cómoda para nuestro motor. Conectamos el piloto automático en ese rumbo y 2200 RPM en el motor. Pusimos a Adi al mando para que controlara el rumbo, la velocidad y, si ocurría algún imprevisto, desconectara el piloto y se hiciera cargo del timón manualmente. Después, nos bajaron un cabo equipado con un saco, que teníamos que agarrar y subir a bordo, y recuperar toda la holgura del cabo ("take all the slack in") - yo diría que unos 30m. Y así lo hicimos.
El siguiente paso consistió en bajar a un miembro del equipo desde el helicóptero, a través de un cable metálico que al final se unió a la cuerda inicial que ya estaba en nuestro barco. Se comunicaba con el equipo del helicóptero para ajustar su posición mediante señales y auriculares de radio. También ayudamos a equilibrarlo tirando de la cuerda atada. Con una precisión impresionante, el rescatador tocó tierra en la popa, a babor, y subió a bordo. Le ayudamos un poco, a asomar un pie por el balcón, pero seguro que podría haberlo hecho él solo... 🙂 .
Le di la mano y le deseé "Bienvenido a bordo". Lo primero que hizo el rescatador tras llegar sano y salvo a nuestro barco fue desengancharse del cable metálico. Era un momento de máximo riesgo porque existía la posibilidad de que ese cable metálico se enganchara en algún objeto de la cubierta del barco. Toda la situación se manejó con calma y profesionalidad y todo pareció bastante fácil.
Tras desenganchar el cable metálico, el invitado permaneció a bordo unos tres minutos, simulando un rescate. Este tiempo habría sido necesario para enganchar a un miembro de la tripulación a su arnés, subirlo al helicóptero o podría haber subido a bordo para prestar primeros auxilios en caso de emergencia en el mar.
Tras la intervención simulada, el miembro del equipo del helicóptero nos dio las gracias por participar y nos deseó una buena noche. Nos sentimos honrados de participar en este ejercicio y reiteramos nuestro agradecimiento por la oportunidad de contribuir a este tipo de formación.
Antes de partir, el miembro del equipo utilizó la cuerda inicial para tirar de su cable hacia atrás y se "enganchó" a ella antes de subir de nuevo al helicóptero. La imagen de él remontando el vuelo como en una película de ciencia ficción fue un momento memorable.
Luego soltamos gradualmente la cuerda restante hasta que el rescatador estuvo en el helicóptero.
El ejercicio fue un ejemplo perfecto de la importancia de una comunicación eficaz y de la colaboración de la tripulación en situaciones de emergencia. Nos sentimos seguros durante todo el ejercicio gracias a la profesionalidad y experiencia de los participantes.
Esta experiencia nos dio una mayor confianza en nuestras habilidades de navegación y nos mostró la importancia de la preparación para emergencias en el mar.
Buenos vientos y buena navegación.
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